No me gustan

¡No me gustan, no me gustan! Me deprimen estas fechas. Recuerdo que cuando era niño, la navidad y todo lo que venía con ella me encantaba, me fascinaba todo el asunto. Es extraño (¿acaso lo es?) que conforme crecí fui cambiando mucho (es natural) y mi mentalidad y sentir hacia lo navideño no fue la excepción. De pronto todo aquel feeling ya no era tan grande- ver vitrinas y aparadores llenos de cosas y gente pegada a ello como lampreas con hambre, todo pasó de un – mira mamá, que hay ahí – a un – quítense estorbos!! (Es un fastidio que hagan eso)- y peor aún cuando uno tenía que esperar a esa gente adherida a la vitrina (imaginando como se sentiría tener ese “no sé que” de alto costo) porque vienen contigo.

Todo dejo de ser especial y fue pura molestia. El árbol de navidad se convirtió en un adorno temporal, un fastidio ponerlo y un fastidio más grande quitarlo. El Año Nuevo dejó de ser la pura esperanza de mejorar para convertirse en una bola de pseudo arrepentimientos, toda la maldita noche!!

El niño Dios? Por mí el siempre podría haberse quedado así, como un adorno en casa de alguien más. En la mía no, por favor (…gracias) Santa Claus? Nunca existió, mi madre siempre decía (que cliché no?) que eso era para aquellos padres que pensaban que sus hijos eran idiotas, asó que desde un inicio la navidad tuvo otro significado (si claro), fue desde siempre la esencia moderna del asunto en sí; Regalos!!! Ah si, la familia también. Tan pronto como tuve acceso a cantidades suficientes de dinero como para comprar obsequios todo se vino abajo…. Quien da más te quiere más…… no era así la cosa?

Aaaah! El Año nuevo! Esa maldita fecha donde justo antes de hacer el brindis obligatorio por un año que viene, te das cuenta de que durante TODO el año no hiciste NADA de lo que prometiste. La dieta se fue al caño en cuestión de semanas, pero los kilos no. El ejercicio y los músculos no llegaron gratis en el correo con esa nueva membresía en el gym. Si dejar de fumar, en realidad era hacerlo el doble, pues….felicidades!!!....tu trabajo? No mejoró verdad? Esa casa nueva, el coche de tus sueños, ni para la revista donde salen te alcanzó. Es un fracaso, un desperdicio y para colmo…estás con una bola de perfectos extraños cuyas vidas son perfectas pues la sonrisa está de oreja a oreja, o no? (o será que fingen mejor?).

Estas fechas me deprimen porque a pesar de que me veo rodeado de gente no puedo el evitar sentirme un poco solito y desesperado ya por salir de acá. No me mal entiendan, mi familia está bien, pero lejos (lejos de mí, of course) estarían mejor. Si bien no soy el único…no me importa, ya lo dije antes (http://reservada-ironia.blogspot.com/search/label/diciembre) “…en estas fechas hasta el extraño es merecedor de una honesta (if I may say so) sonrisa…” pero que viene después? Pregúntenle a su conciencia.

Ojo, aclaro que no es que ya no me gusten estas fechas, me agrada, solo que ya no es lo mismo, me estreso y me desespero mucho, será que ya necesito un hombre? O morirme de una vez?