Me lleva!!

No en pocas ocasiones hemos pecado de culpar a todo el mundo sobre las malas cosas que nos acontecen, desde que el profe me reprobó, hasta que me caí en plena calle porque la tipa me estaba viendo feo (por supuesto el no fijarme por donde iba no tiene nada que ver). Pero también es cierto que en algunas ocasiones, las cosas están relativamente fuera de nuestras manos. Es frustrante sobre todo cuando pones tu confianza en cierta persona la cual se supone es totalmente capaz de hace algo por ti sin equivocaciones y falla.




Es ahí donde entro yo con mi súplica-lamento, desde hace ya varios meses tenía la idea de poder finalmente titularme, pero por una u otra cosa era prácticamente imposible, si no es esperar ciertos plazos de papeleo, es por cuestiones humanas. La semana pasada con mi stress al máximo pude lograr reunir los requisitos del millón y medio de papeles que se supone son necesarios para que la institución te diga- si, ya puedes presentar- Pero Oh!, sorpresa que nuevamente por las puras ganas de alguien mi frustración, se elevaba incansablemente, y con ella mi pesimismo. Actuando ya de manera automática decido continuar con el procedimiento, pero Oh destino!! Llega a mí la luz, un atisbo de esperanza me dice que efectivamente la fecha planeada, el momento esperado es totalmente posible. Pero no! Como tenía que ser mi mala suerte resulta que cierto documento del cual yo no tengo conocimiento absoluto de cómo debe ser está mal, MAL!!! No hay nadie más a quien apuntar salvo a la personita que realizó dicho documento. He de admitir que tal vez pude haberme fijado en que todos los datos estuvieran bien, sin embargo es un formato que para mí es desconocido, y se supone esta persona DEBE hacerlo bien. Pues no, Ahora resulta que debido a un pequeño error (del que solo se me aviso pero no se me dijo cual es), mi titulación se ve más que lejana.

Para mi mala suerte (como si con la diaria no me bastara) se presentan ciertas circunstancias que imposibilitan el que yo presente en fechas posteriores, era ese día o nunca (algo de exageración y dramatismo si he de admitirlo). Que hacer ahora, cuando tenía planes ya hechos basados totalmente en una fecha imposible? Pues nada.

Una cosa que me desespera como no hay idea es el que todavía me digan, “relájate” o que me mencionen que ya ni desesperarme sirve…. Qué?! A mi qué?! Me desespero porque ese es mi estado natural, sin stress no vivo!!!. Me frustra todavía más, es realmente increíble como alguien con el afán de ayudarte en buen plan solo empeora las cosas agregando mal humor a la ecuación.

Ahora no me queda más que esperar y por supuesto acudir lo más pronto posible a tratar de resolver una situación que NUNCA debió haberse presentado, como ya lo dije igual y fue error mío (no lo voy a negar) por no fijarme, pero nuevamente, NO CONOZCO ese formatito y no sé cuál es su forma correcta, PARA ESO ESTÁN LAS SECRETARIAS, o me equivoco?.

Todo el maldito fin de semana con un humor de perros y con el stress hasta el “cogote” y por supuesto todo lo que viene después, con los planes arruinados ni para que seguir con todo, el optimismo se me fue hasta el infierno y hoy no tengo ganas de regresar para buscarlo. Aquel que dijo “la esperanza muere al último”, nunca tuvo la oportunidad de corregir ese error… se murió antes. (¡Que te aproveche desde la tumba, estúpido!).