Secciones

5 may 2012

Dios te ruego piedad.


Él es un…ejem… “ente” formidable. Me atrapa, me envuelve, me enloquece. Durante en día no hago otra cosa mas que pensar en…él. Presente, insaciable, incansable, siempre ahí. Me vuelve loco, me rodea, me suprime y me vuelve parte de si. Se hace presente a cada momento, martilleando, punzando, golpeando mi cabeza en cada pensamiento para hacerse notar, para dejarme saber que está ahí.

Es en las noches cuando su furia se desata, pareciera que su energía, su vitalidad se multiplica al infinito. Me abraza, me consume en su fuego que parece eterno. Ni los vientos polares ni el témpano más helado tendría posibilidad ante… él. Es en las noches cuando su incansable energía me atrapa, me envuelve, me desquicia, me sostiene entre sus miles de brazos, brazos de fuego y de llama eterna, todo mi cuerpo se ve involuntariamente poseído por…él.

Por las noches, las malditas noches en las que no me da tregua, si estoy dormido me despierta como con un golpe contundente, irascible que me envía a un frenesí iracundo cual si gracia le causara, como si de mí se riera y disfrutara de mi incomodidad, de mi… dolor y sufrimiento. Nuevamente se apodera de mí una y otra vez, cual amante incansable y yo cual fiel víctima, destinada a una cita con el diablo de la que no puede escapar, cada rincón cada célula explota en su presencia.

Es en esas noches de sudor profuso y de jadeo intenso, de búsqueda por una bocanada de aire fresco, por un alivio, un aliciente y remedio o sólo un pequeño descanso cual efímera tregua, cuando miro arriba, exhausto, frustrado, mentalmente agotado y exclamo (reclamo, ¡demando!) al cielo piedad. ¡Oh, Dios! Si estás en algún lado, te pido, te ruego…  Llévate este maldito calor que me estoy derritiendo! Che’ perro que no vez?! Me muero, me duele la cabeza, estoy de mal humor y ya tengo sueño!! Llévatelo ya o mátame de una vez, lo que sea pero que se acabe!!


Me derriiitoooo! Méndigo sol!

No hay comentarios.: